jueves, 8 de diciembre de 2011

Eight days a week... I love you

He perdido a algunas personas muy queridas para mí. John es uno. Se fue hace muchos años un día como hoy. Le quería y todavía le quiero. Es algo inevitable y para siempre. Todos deberían hacerlo, aunque sea un poco, en estos tiempos liderados por auténticos indocumentados y chapuceros.
In memoriam.

http://www.rtve.es/alacarta/videos/informe-semanal/homenaje-lennon-2000-informe-semanal/353166/


lunes, 14 de noviembre de 2011

Podemos ser héroes

...
I
I can remember
Standing
By the wall
And the guns
Shot above our heads
And we kissed
As though nothing could fall
And the shame
Was on the other side
Oh we can beat them
For ever and ever
Then we can be Heroes
Just for one day
...

Heroes (David Bowie/Brian Eno 1977)

jueves, 6 de octubre de 2011

Adios a Steve





Un día triste. Se ha ido Steve Jobs, el único que supo poner en nuestras manos el lado humano de las máquinas y la tecnología.

martes, 13 de septiembre de 2011

Lecturas del Verano 2011


        Han sido muchos, quizá demasiados libros, podría llegar a admitirlo. Este verano del 2011, además de castigar al mundo con un sinnúmero de desagradables noticias que nos han amargado los despertares, también me ha proporcionado las condiciones adecuadas para dedicarle bastante tiempo a la lectura. No ha sido a costa de otros placeres, que va, simplemente han sido más horas a mi disposición.
        Me voy a limitar a hacer un breve comentario sobre los libros que han pasado por mis manos y mis ojos este verano, desde julio hasta mediados de Septiembre. El nivel medio ha sido bueno, excelente en algunos casos, ha habido suerte, pero la mejor manera de pasar página veraniega ante la llegada de un nuevo curso es quitándomelos todos de una tacada. Admito Ruegos y Preguntas al final para aclarar dudas. ;-) Procedo por orden cronológico de lectura.
        El ángel negro (2005): John Connolly/Tusquets. Porque los apunto en una libretita, si no ni me acordaba de éste. No recuerdo de qué iba. Suspense negro al por mayor, muy negro, creo. A lo mejor no era muy malo, pero no dejó marca. El siguiente.
        Knockemstiff. (2008): Donald Ray Pollock/Libros del Silencio. Tenía buenas referencias de este libro: editorial interesante, ópera prima del autor (Knockemstiff, USA, 1954), un conjunto de historias sobre la América profunda, abisal, en este pueblo del estado de Ohio, donde se cuentan aberraciones y otras ocupaciones de gente abyecta. Por supuesto, hay de eso, pero es un libro fantástico: se drogan, beben sin parar, la mayoría putas y sádicos, descerebrados de todo pelaje. Pero no agrede, o si lo hace es admisible, las historias tienen una capa de no sé qué, si tuviera más tiempo trataría de explicárselo para que me creyeran, que no te permite odiar a esa gente. Es curioso el paralelismo entre este libro y el Winesburg, Ohio de Sherwood Anderson. El cielo y el infierno están sólo a 200 Km. de distancia y en Ohio. El de Anderson es una obra maestra, éste no llega a eso, pero muy recomendable para gente desinhibida. No se asusten y léanlo.
        Crónicas marcianas (1950): Ray Bradbury/Minotauro. Qué voy a decir, un libro maravilloso que trata la ciencia ficción como sólo Bradbury lo sabe hacer. Siempre me ha jodido que una basura televisiva prostituyera este título. Pero aparte de eso, es un libro que hay que leer, por lo divino y lo humano que contiene.
        Dublinesca (2010): E. Vila-Matas/Seix Barral. Muy bueno, sobre todo, y una vez eliminado el montón de lectores a los que les asusta VM, para los apasionados a la Literatura (con L) y sus estructuras terrenales, la industria y todo eso (pre-digital).  Dice el narrador sobre Riba, el editor retirado protagonista: “Sueña con un día en el que la caída del hechizo del best-seller dé paso a la reaparición del lector con talento y se replanteen los términos del contrato moral entre autor y público… Cree que si se exige talento a un editor literario o a un escritor, debe exigírsele también al lector. Porque no hay que engañarse: el viaje de la lectura pasa muchas veces por terrenos difíciles que exigen capacidad de emoción inteligente, deseos de comprender al otro y de acercarse a un lenguaje distinto al de nuestras tiranías cotidianas…” Dios santo, es pura clarividencia. Vila-Matas es muy bueno.
        El aburrimiento, Lester (1996): Hipólito G. Navarro/Anaya & Mario Muchnik. Los de Páginas de Espuma me descubrieron este autor español de relatos. Empecé con El pez volador, una recopilación de algunos de sus cuentos editada por ellos, que me fascinó y me llevó a sus títulos sueltos. Es de los mejores cuentistas contemporáneos en español, un Cortázar de aquí. Y con mucha gracia. Este libro está descatalogado, pero se puede encontrar en las librerías, además de El pez volador, una recopilación de todos sus relatos, Los últimos percances en Seix Barral.
        Ceremonias (1968). Julio Cortázar/ Seix Barral. Edición del 68 de este volumen que agrupa Final del juego (1964) y Las armas secretas (1959). Se leen mejor los cuentos en libros pequeños que en grandes tochos recopilatorios. El contenido es el mismo, pero no el continente, que es muy importante. Estos cuentos leídos en los dos volúmenes de Alfaguara se leen peor que en éste, pruébenlo y me darán la razón. Por eso ahora busco estas ediciones antiguas o los libros sueltos. Este libro es insuperable en lo suyo; nadie, nadie hará nada mejor. Acabas un cuento y tu vida ha cambiado. Y además, te tienes que poner a darle vueltas a la cabeza, mucho. En línea con los que dice VM

jueves, 7 de julio de 2011

Días de ira - Jorge Volpi

        Páginas de Espuma, una de mis editoriales favoritas, edita Días de ira, Tres narraciones en tierra de nadie, que agrupa sendas obras del escritor mejicano Jorge Volpi. En la portada, junto al título, se dice "Cuentos" (lógico por otra parte, estamos si no en la mejor, una de las mejores editoriales cuentísticas), pero que el propio autor en un breve y lúcido ensayo pone en cuestión al plantearse las virtudes de la media distancia literaria y sus límites; ¿cuándo estamos ante un cuento largo, cuándo ante una novela corta? Estas breves páginas iniciales provocan al lector inquieto e inteligente, claro mercado objetivo de este autor, (no lo lean si no forman parte de él) una estimulante reflexión y lo acomoda para lo que viene. Y lo que viene es muy interesante.
        Se recopilan tres narraciones, A pesar del oscuro silencio (1993), Días de ira (1994) y El juego del Apocalipsis (2000). No conozco en profundidad la evolución de Volpi pero, con lo que aquí tenemos, se podría deducir una tendencia desde propuestas más profundas y metaliterarias hacia otras más pragmáticas y con un mayor peso del hilo argumental. No tiene porqué ser ésta la evolución creativa general de Volpi, repito, pero es lo que me sugiere la composición cronológica de este libro. Con ello también quiero decir que al principio se requiere mayor esfuerzo lector y de concentración para entender la historia, exigencia que de alguna manera disminuye según se avanza de narración. Comienzos complicados pero que, como ya he dicho, al lector inquieto e inteligente, dispuesto a releer algunas partes ya leídas porque, de repente, se ha perdido en los vericuetos argumentales, no le supondrá sino el disfrute de historias bellas y bien diseñadas.
        En A pesar del oscuro silencio, el autor, uno de los tres Jorges, a saber: autor, narrador y protagonista, juega con nosotros (Jorges y no Jorges) para contar el extravagante final de Jorge Cuesta, poeta mexicano que terminó su última obra justo antes de ingresar en el manicomio, emascularse (sí, contarse los huevos) y suicidarse. Se urde un hilo enrevesado a modo de cadena de ADN que nos acerca e este personaje, a sus relaciones y contradicciones, con profusas alusiones filosóficas, de tal manera que no tiene uno del todo claro quién es quién, y esto agrada a los lectores inquietos e inteligentes.
        Días de ira cuenta, también de manera dúctilmente alambicada, la historia de un urólogo de vida asentada que se la complica con una excitante paciente cantante de jazz, (joder, con la fama que tiene el gremio, es que cómo no se da cuenta el pobre…) Hay cruces cortantes entre los planos de los protagonistas: la esposa, la hija pequeña, el amigo de la cantante; un despliegue erótico muy bien llevado que produce el efecto buscado; un libro que se escribe con lo que está pasando, ¿quién lo escribe?… Como les digo, un artificio asimétrico que dejar buen sabor de boca.
        El último cuento largo o novela corta es El juego del Apocalipsis. Esta sí es una narración más clásica en cuanto que no hay cesiones intensas al metadato sino una sucesión de circunstancias encadenadas que llevan a una pareja a recibir el nuevo milenio, el año 2000, a la isla de Patmos, en Grecia, en donde San Juan escribió el Apocalipsis. Sin duda, buen lugar para celebrar el fin del mundo, con Anticristo y todo. Se mezclan con un grupo de pintorescos turistas con personalidades muy peculiares que, aquí sí que la trama engancha a modo de Agatha Christie, lleva a un desenlace inesperado. O esperado, depende.
        En conclusión, un buen libro para lo que le gusta leer cosas que exigen cierto compromiso, pero a cambio de una reconfortante gratificación.

miércoles, 29 de junio de 2011

Reading inspires children (Leer inspira a los niños)

Se me ha cruzado en el camino este vídeo y no puedo dejar de ponerlo aquí


How tired I am of this unbearable distance between us. How I long for the toll of the recess bell. Have you forgotten me? Grown mindless of me? Tell me I am not writing into an abyss. Or that is what will become of my heart.
Qué cansado estoy de esta insoportable distancia entre nosotros. Cómo anhelo el sonido de la campana del recreo. ¿Te has olvidado de mí? ¿ya no te importo? Dime que no estoy escribiendo en un abismo.O en eso se convertirá mi corazón.

Quizá a alguno le parezca un poco "blando", pero me da igual, porque es bonito.
Como a menudo, me lo he encontrado en el blog DesEquiLIBROS, que tiene cosas muy chulas.

martes, 28 de junio de 2011

Markéta Lazarová - Vladislav Vancura

        El pasado Día del Libro en Madrid acudí a la Librería Rafael Alberti a un encuentro de Enrique Vila-Matas con sus lectores. Me gustaría frecuentar más estos eventos que, por un lado, ponen cara y voz a los autores, algo siempre interesante aunque causa de algunos chascos (los escritores no son estrellas de cine) y, por otro, fomenta el disfrute de la librería como espacio de encuentro social entre afines, que, también, siempre es interesante para libreros y acosados grupúsculos minoritarios como nosotros.
        Aparte del encuentro con V-M, que es otra historia, (habla bajito y como muy calmado), procedí a la santa liturgia de buscar libros entre la inmensidad de lo propuesto en las mesas. Es un acto muy cercano al hurgar, casi hociquear, remueves y recolocas sin un afán definido pero teniendo claro que algo interesante va a aparecer. Así era que, literalmente oculto entre jugosas alternativas, no sé aún porqué, vi este libro, mejor dicho, una pila de libros de esta editorial, Contraseña, ¿y estos tíos?, el segundo de los cuales era el que nos ocupa. Libros pequeños, pero que pesan, con una bella portada, libros que parece que están enseñados a prolongar la voz del editor llamándote para que le prestes atención. Markéta Lazarová. Según lo cogí y lo ojeé me gustó. Y me place  arriesgar con las nuevas editoriales que ofrecen un producto bien elaborado. El autor, Vladislav Vancuna; ni idea, pero vivió y sufrió la primera mitad del XX, en la región de Bohemia (que si caída del Imperio Austro-húngaro, Viena, Praga, entreguerras,...). Me encanta, me apasiona el rollo Joseph Roth.
        Este hombre fue conocido, además de por sus obras literarias, como símbolo popular de rebeldía ante la invasión de los nazis; cómo no, se lo cargaron, acabaron con él, fue fusilado por la SS en 1942. Ya sólo por eso, por ser un escritor de renombre indignado y sublevado ante lo que se le venía encima, y ser éste un espécimen extinguido en la civilización actual (los de renombre, los otros no lo sé, es posible que no), por lo menos de la fauna ibérica, me provocó una clara empatía. Después de rebuscar por ahí volví a él. Y eso que el texto de la contraportada me echaba un poco para atrás, al dejar claro que se trata de una novela histórica, ¡vaya por dios, si son todas iguales!, no las leo. Pero el instinto es el instinto.
        En efecto, es una novela histórica, oído a todos los aficionados al género, pues trata de aventuras de héroes y villanos en la Edad Media centroeuropea, pero el autor aplica un tratamiento peculiar a su obra que la hace diferente de lo convencional.

sábado, 11 de junio de 2011

29 ideas para mantenerse creativo

¿Has caído en un agujero, oscuro y profundo, con paredes frias y resbalosas, al que ni por su propio peso llegan los susurros de la creatividad?. Échale un vistazo a esta breve animación que nos propone algunos trucos para aliviar esa difícil situación. Quizá no todos te convezcan, también es posible que eches en falta alguno, pero no podrás negar que aquí hay unos cuantos, que ya es un comienzo.




Motion Graphics:
TO-FU
web to-fu.tv
twitter twitter.com/​tofu_design
Facebook facebook.com/​TOFU.design



martes, 24 de mayo de 2011

Democracia real, ¡YA! - 3: Código rojo. Necesito instrucciones.

         A quien lea este mensaje. No sé quién eres, pero mis instrucciones dicen que eres mi contacto. Tampoco sé qué detalles conoces de la misión, y supongo que no me creerías desde cuándo te mando esto, tampoco estoy autorizado a decirlo. Lo que hice nunca se hubiera entendido y tuve que huir. No encontraron dónde, por lo que decidieron cuándo. Estoy bien, sé que hice lo correcto, porque sé cómo son ahora las cosas, en este tiempo ya nadie se acuerda de aquello, y todo es mejor. Sin embargo, algo ha ocurrido que me obliga a ponerme en contacto contigo, porque no sé qué pasará esta vez y hay que actuar con urgencia. Paso a informar de lo sucedido. Daré algunos detalles adicionales que creo que son importantes.  
        Esta mañana he salido a la calle con el afán habitual en estos tiempos, feliz, motivado, cargado con un optimismo socializado que también se ha hecho conmigo, y me encanta. Qué bien os vendría. Además es primavera, los Mayos siguen siendo iguales, la ciudad luce espléndida como queriendo dar relumbrón a esta jornada tan importante. Ya me encuentro bien, mis extraños problemas de sueño acabaron, llevo un par de semanas sin ellos, y me sentía totalmente despierto y animado. Hoy todos tenemos la misión de que todo siga así, a eso iba. 

lunes, 23 de mayo de 2011

Democracia real, ¡YA! - 2

Contenido de un papel que me entregaron en la Puerta del Sol el otro día:


Protocolo de actuación frente a comportamientos violentos.
Es fundamental no reaccionar ante las agresiones físicas y/o verbales. Nuestro mensaje se cargará de fuerza y evitaremos retroalimentar la violencia.
A)     Actuación en caso de carga policial: No reacción.
1.    Nos colocaremos unidos en filas cogidos de los brazos haciendo pinza
2.    Evitaremos los posibles golpes que vengan por detrás o delante
3.    Llegado el caso, nos sentaremos
4.    Si nos arrastran, dejaremos el cuerpo inmóvil y levantaremos las manos en un gesto de no acción.
B)      Medidas preventivas de conflictos. Aconsejamos
1.    Evita beber alcohol. Mantente al 100%
2.    Evita pensamientos o expresiones que entrañen violencia
3.    Cuida tu lenguaje corporal: gestos, tono de voz…
4.    Actitud asertiva: expresa tus pensamientos y opiniones respetando al otro. Si el otro responde agresivamente, no reacciones agresivamente.
Las revoluciones sociales empiezan con revoluciones individuales.
           (Pasa este papel para que más gente reciba la info)

Para los que se confunden por ideas preconcebidas. Para los que no creen en esta gente. Tranquilos, no lo van a tener que aplicar. Lo incluyo aquí por si acaso algún día hace falta. Que quizá lo haga. Me pidieron que una vez leído lo pasara a otra persona. No lo hice. Perdón.

domingo, 22 de mayo de 2011

Democracia real, ¡YA! - 1

Algunas frases de las pancartas en Sol:

- Si Ana Botella se deja rastas, nos ahorraremos una pasta
- Nos habéis dejado sin nada. Ahora lo queremos todo
- Menos botellón y más revolución
- No estamos armados, estamos indignados
- No más becarios sin ser asalariados
- En la política y en la vida, ¡austeridad, ya!
- Por desgracia, esto no es una fiesta
- Impuestos sí, (qué remedio). Derroche no
- No hay pan para tanto chorizo
- Spanish Revolution.¿que qué queremos?
-          Referéndum popular como en Islandia
-          Fuera imputados en listas electorales
-          No necesitamos Senado
-          Basta de sueldos vitalicios políticos
-          Medios de comunicación libres, que difundan esto
         Y esto es sólo el principio…


Con todo mi cariño y apoyo a los revolucionarios de la Puerta del Sol. He estado allí y me quedé gratamente sorprendido de lo que han llegado a hacer. Hay gente de todas las edades y condiciones.
Son los jóvenes los que tienen la “obligación” de encender la mecha, pero me temo que si no somos todos los que mantenemos el fuego, este movimiento quedará en un bonito y emotivo recuerdo. Lamento ver a mi alrededor muchos que consideran que la única manera de castigar a un incompetente sea premiando a otro incompetente, en la creencia de que así cumplen con su responsabilidad democrática  y ese gesto les otorga el derecho a quejarse cuando las cosas se hagan mal. Hay otras maneras de hacer las cosas, tiene que haberlas, porque si no cambiamos de dirección, llegaremos a donde nos dirgimos…

martes, 17 de mayo de 2011

Nosotros, que nos queremos tanto.

        Estaba leyendo España, de Manuel Vilas. Muy bien, divertido, original, (haré una reseña en breve). Pero he de decir que a partir del 5º capítulo, más o menos la mitad del libro, me empezó a parecer que la historia decae, no sé, va cuesta abajo, pierde gracia. Cuando me ocurre algo así, que estoy leyendo un libro que me gusta mucho y de repente deja de hacerlo, casi nunca le echo la culpa al libro, siempre le doy un margen de confianza; el problema será mío, me he descentrado, algo de lo que me rodea, algo malo, se ha colado en la burbuja y he perdido el hilo. Entonces, con calma, cierro el libro y le doy un tiempo, que respire. Si el libro iba tan bien, no se puede estropear todo así (por supuesto que se puede estropear, que quede claro, hablo de una actitud primaria mía), en unos días vuelvo y todo habrá pasado, será como antes. Suelo leer varios libros a la vez, 2 ó 3, por lo que es el momento de retomar otro, que o bien le ocurría lo mismo, ya es mala suerte, o lo dejé porque algo hay que dormir.
        El otro día me pasó esto con España. Ya que, aunque es mi costumbre, llevo una temporada que soy incapaz de leer varios libros a la vez, me lancé a la búsqueda de alternativas, (las hay, y muy buenas, no todo es lectura) y, además de otras cosas,  me eché a la calle a ver qué encontraba, a ver qué hay de esa oferta cultural. Y me encontré, esto sí que es querencia psicosomática, en uno de esos rincones santos llenos de libros que hay en cada día menos locales de nuestras ciudades, y que los venden de manera artística. Era todo azul. Libros ordenados por editorial y allí estaban los de Gadir. No pude resistirlo, para allí me fui. Siempre es buen momento para Gadir. Su web es muy mala, incomprensible en estos tiempos, pero sus libros son fantásticos. Esta editorial está en mi pedestal desde que, entre otras razones, me puso en las manos los libros de Antonio Ferres, español. Su libro La Piqueta es inmortal. Larga vida al buen realismo social. Si pudiera, llenaría alguna estantería de mi biblioteca con esos preciosos lomos azules llenos de historias maravillosas y con los que, lo he dicho muchas veces, jamás, jamás acabarán las hordas tecnológicas.
        Curioseando, deslizando mi dedo por esos lomos, sin quererlo, como en una güija, se detiene en uno de ellos: La leyenda negra, de Joseph Pérez.  Y ¿por qué me paro yo aquí?, la leyenda negra, la leyenda negra,... ¡claro, la leyenda negra española!, Felipe II, España, si es que estoy leyendo España, el cerebro nunca descansa, y uno de los grandes tópicos patrios es la leyenda negra. Joder con la leyenda negra que arrastramos, cuánta verdad tiene y también cuánta mentira, cuanto prejuicio contra nosotros mismos, ganado a pulso por los propios españoles, sobre todo, en mi opinión, por culpa de los dirigentes que de una u otra ralea a lo largo de nuestra historia hemos tenido la desgracia de soportar e incluso votar libremente.
        Pasó a ser mío, el libro, me sedujo el contraste, España y La leyenda negra,  me parece una buena idea entender el origen de esa leyenda y si hay algún remoto enlace con las historias que Vilas cuenta en su novela y mis ideas al respecto. Me he puesto a leer este ensayo, ofrece una lectura fácil aunque no exenta de abundantes datos históricos para soportar la opinión del autor, contraria a la veracidad de la leyenda. En la Introducción me ha gustado mucho, y la quiero poner aquí, la definición que se hace de la leyenda negra, porque efectivamente recoge todo lo que es y refleja los sentimientos que, alguna vez, han sentido y hemos sentido muchos.

“Por leyenda negra entendemos el ambiente creado por los fantásticos relatos que acerca de nuestra patria han visto la luz pública en casi todos los países; las descripciones grotescas que se han hecho siempre del carácter de los españoles como individuos y como colectividad; la negación o por lo menos la ignorancia sistemática de cuanto nos es favorable y honroso en las diversas manifestaciones de la cultura y del arte; las acusaciones que en todo tiempo se han lanzado contra España, fundándose para ello en hecho exagerados, mal interpretados o falso en su totalidad, y, finalmente, la afirmación  contenida en libros al parecer respetables y verídicos y muchas veces reproducida, comentada y ampliada en la prensa extranjera, de que nuestra  patria constituye, desde el punto de vista de la tolerancia, de la cultura y del progreso político, una excepción lamentable dentro del grupo de las naciones europeas. En una palabra, entendemos por leyenda negra, la leyenda de la España inquisitorial, ignorante, fanática, incapaz de figurar entre los pueblos cultos lo mismo ahora que antes, dispuesta siempre a las represiones violentas, enemiga del progreso y de las innovaciones, o, en otros términos, la leyenda que habiendo empezado a difundirse en el siglo XVI, a raíz de la Reforma, no ha dejado de utilizarse en contra nuestra desde entonces, más especialmente en momentos críticos de nuestra vida nacional.”

        Si el autor, Joseph Pérez, me consigue demostrar y convencer de que la leyenda negra es una burda patraña, me encontraré con uno de las mayores pagos que en mi vida me ha dado leer un libro. Porque, fíjense de lo que estoy hablando: si nuestra vieja indolencia por la calidad, las salvajes violaciones que nuestros antepasados cometieron con los pobres indígenas en el Nuevo Mundo, nuestra secular envidia y acoso y derribo al que destaca por ser bueno, nuestro sol y toros, nuestra idea que lo de fuera siempre es mejor, nuestro tradicional regodeo continuo en nuestro pasado en vez de mirar al futuro, el dividirnos en dos y tirarnos piedras los unos a los otros porque en la puta vida vamos a cambiar de opinión, nuestro vuelva usted mañana, nuestro que inventen otros, nuestras viejas atrocidades en defensa de la religión, que todavía perduran, no son atrocidades pero sí lindezas escandalosas, nuestros primeros puestos en las listas malas y los últimos en las buenas, la mala fama del español que llega a Londres y le vigilan en Harrods porque seguro que manga algo, nuestros y tú más parlamentarios, que ahora nos avergüenzan pero hace unos años nos llevaron a la guerra, nuestros cerebros privilegiados que se van al extranjero a desarrollar su talento, nuestro el Barsa es más que un club, nuestra imagen exterior de que aquí vivimos muy bien pero por las cañitas y porque trabajamos poco, si todo esto, y muchas más cosas que siempre se han dicho de España y los españoles, si todo esto  es debido a una  infundada leyenda negra, entonces, maldita sea, es que es pura y llanamente verdad.
        Joder Joseph, ahora que lo pienso, no sé si quererte u odiarte.


lunes, 9 de mayo de 2011

Vidas prometidas - Guillermo Busutil

        Hace muchos años que leo. Que leo Literatura. De lo otro más, antes, y quiero entender que en los últimos, no sé, 6-7 años, buena literatura. Porque, más allá del respetable derecho de cada cual a leer lo que le apetezca, existe la buena literatura. Y además hay otras cosas.
        Hace tiempo apunté en mi cuadernito verde una frase de Aldous Huxley que comparto con entusiasmo: “La lectura no deriva de leer libros, sino de leer exhaustiva e intensamente buenos libros”. Cierto. La lectura es siempre, no ocurre con la música por ejemplo, un esfuerzo físico e intelectual activo de concentración, por eso es minoritario. Y cuando uno lo hace y atiende a lo que dice Huxley, es como todo, va aprendiendo: aprende a seleccionar, a intuir dónde se esconde algo bueno, se arriesga, practica el prueba y error, y así, todo untado con las afinidades personales que son irrenunciables se define y pule el perfil literario de cada uno.
        Como consecuencia de esto, también es ley de vida que con el paso del tiempo uno mira atrás y puede comprobar que ha evolucionado, que entiende y le gustan cosas que hace años ni osaría acercarse a ellas, y es otra recompensa más del esfuerzo que comentaba antes. Buscando de nuevo un paralelismo en la música, me encanta hacerlos, debes empezar con la ópera “fácil”, un disco de arias de Pavarotti o una Traviata de Verdi, por ejemplo, y si te esfuerzas en avanzar, a veces es difícil pero no hay otra manera, después de algunas etapas intermedias, llegarás a disfrutar las, en principio, insufribles óperas de Strauss o incluso Alban Berg (esto sí que es realmente difícil, lo admito).
        Esta introducción me sirve para defender que el esfuerzo que requiere la lectura inteligente siempre tiene recompensas, y una de ellas es llegar a nuevos destinos, que no la tienen otro tipo de lecturas. Y así llegué yo al cuento, al relato. Y, entre otros, a este libro.

viernes, 29 de abril de 2011

Taedet Animam Meam

Traigo aquí hoy un texto de alguien que no formaría parte, en principio, del grupo de personajes literarios dignos de tener cabida en esta sección. Es del Libro de Job, del Antiguo Testamento. Su autor es desconocido, aunque se atribuye a Moisés. Estoy hablando del S. X antes de Cristo. Ha pasado mucho tiempo, pero eso no quita que hoy sea, para mí, muy pertinente.
Es un bello texto que, en latín, figura en ritos religiosos católicos, en la liturgia de maitines del Oficio de Difuntos. Aquí incluyo una traducción libre que he consensuado en varias fuentes.
Como complemento, también traigo un video de Officium Defunctorum, la obra de Tomás Luís de Victoria, el más genial de los músicos españoles de todos los tiempos, que se inicia con esta oración.
Un poco de silencio, por favor.



Mi alma está hastiada de mi vida.
Daré rienda suelta a mi queja;
hablaré con la amargura de mi alma.
Diré a Dios: no me condenes;
hazme entender por qué me juzgas así.
¿Te parece bueno oprimir y desechar la obra de tus manos
mientras resplandeces sobre el consejo de los malvados?
¿Acaso tus ojos son humanos?
¿Acaso ves como ve un hombre?
¿Son tus días como los días de un hombre; o tus años, como los de un mortal, para que indagues mi iniquidad y rebusques mi pecado?
Tú sabes que yo no soy culpable, y que no hay quien me libre de tu mano.
Job, 10, 1-7

miércoles, 13 de abril de 2011

Chéjov comentado

        Acometer una reseña literaria de un libro de cuentos de Chéjov tiene, para alguien como yo, algo de insensato, y además me temo que es de escaso rédito bloguero, entre otras cosas porque se mezclaría tras una posible búsqueda en Google en la página 258, como poquísimo, entre centenares de sesudas referencias al autor; algo parecido a hacer una reseña teológica del Nuevo Testamento u otra musical del Abbey Road, ¡qué vas a decir que no esté trillado y que aporte algo nuevo! Parto de esta premisa. Sin embargo, la peculiaridad de este libro publicado por Nevsky Prospect me permite una modesta aproximación a ello. No me tomaré a la tremenda lo del Google.
        Chéjov comentado nos presenta una colección de 16 cuentos del médico ruso, hasta aquí nada nuevo. No se trata de un grandes éxitos, hay de todo, pero además de la calidad que se le supone aporta dos características peculiares y diferenciadoras: cada uno de los cuentos es seguido por un comentario pertinente por parte de un afortunado colega del viejo maestro y además, la obra se presenta en la forma de un libro soberbiamente editado por Sergi Bellver.

El capote - Nikolái Gógol

La editorial Nórdica ha conseguido desarrollar con éxito su colección Ilustrados, en línea con el vigente afán editorial independiente de proporcionar un complemento emocional y estético  (no quiero decir “valor añadido”, que suena a mercadotecnia muy manida) al libro-objeto, identificando como mercado objetivo (aquí sí pega la mercadotecnia, al fin y al cabo una editorial es un negocio) a aquellos que nos mueve también dicho componente emocional cuando tocamos estos artilugios. El éxito de la colección se traduce en un número ya considerable de títulos muy interesantes, hoy mismo recibo una información sobre un nuevo lanzamiento, y eso que tienen un precio superior a la media. Por mis manos han pasado ya Wakefield (Hawthorne), Bartleby, el escribiente (Melville) y El extraño caso del Dr. Jekyll y Mr. Hyde (Stevenson), todos fantásticos. Con este último se puede hacer una comparación práctica entre la relación con un libro-libro, en papel, y un e-book, digital; en la web de la editorial está disponible de manera gratuita el fichero en formato epub para leerlo en un Pc y en lectores digitales. Como el día y la noche. Pero bueno, eso es otra guerra.
Nikolái Gógol es otro de los escritores rusos que no son muy conocidos por estos lares pero que cuando te los encuentras te llevas una grata sorpresa. Ahora están “aflorando” muchos: hace un par de meses leí Caoba de Boris Pilniak, de la editorial Veintisiete letras y es una maravilla; algo similar ocurre con algunos libros de la editorial Nevsky Prospects.
Nikolái nació en 1809, en lo que hoy es Ucrania. Trató de labrarse una carrera  burocrática en la corte del Zar, pero sin éxito, por lo que terminó desarrollando su verdadera vocación, escribir, afortunadamente para todos. Muchas de sus obras tienen un marcado contenido histórico y satírico/crítico de su sociedad y algunas de ellas han servido de fuente de inspiración a grandes músicos un siglo después, como  Janacek (Taras Bulba) y Shostakovich (La nariz).
En El capote, Gógol nos presenta a Akaki Akákievich Bashmachkin, un personaje realmente conmovedor y digno de compasión, que también ha sido referencia para otros grandes personajes literarios posteriores quizá más famosos que él pero igual de atribulados: Bartleby el escribiente (Herman Melville) y Gregor Samsa (Kafka). 

miércoles, 6 de abril de 2011

Sobre los más leídos en 2009

¿Puede ser cierto que no me haya yo equivocado al oir el otro día en el programa El Hormiguero de la Cuatro, (estaba a veinte cosas, los niños, que si a la cama, la cena, el correo, etc.) a Pablo Motos decir que Nuria Roca, allí presente con su nueva novela,  fue algo así como "...la escritora (o autora, no sé) más leída en 2009 después de Falcones..."?

Dios, sé de sobra que esto de los libros es una industria como otra cualquiera, qué no lo es, que las cosas son como son y punto, pero es que cada vez que oigo cosas así ya no sé dónde está el problema (que hay un problema es opinión personal y discutible por cualquiera), si en la oferta, los que fabrican estas cosas, las denostadas empresas que hacen sangre del marketing con tal de vender lo que sea, o en la demanda, la gente que hay por ahí que lo compra y lo usa, el siempre respetado público que es muy inteligente y siempre tiene la razón.

Lo de Falcones, lo entiendo, me he acostumbrado a entenderlo, pero lo de la Roca, no sé, es que no sé qué decir.

Todo desde el respeto, no pretendo faltar a nadie.

viernes, 25 de marzo de 2011

Videoilustración de Fin - David Monteagudo


Fin - David Monteagudo from Pedro Atiénzar on Vimeo.

Me entusiasma que los creativos se pongan a hacer trailers para los libros, es una nueva y brillante aproximación al lector con la que cuentan las editoriales "proactivas". Son breves, pero algunos muy atractivos.
Este se refiere a la novela "Fin", de David Monteagudo, en la Editorial Acantilado, garantía de calidad, sin duda.
Un thriller entretenido y bien hilvanado, con tensión y todos los demás elementos propios del género. ¡Ah, y de un españolito que ya ha pasado la cuarentena! Me alegro por su éxito y fortuna. Y los envidio.

miércoles, 23 de marzo de 2011

¡Indignaos! - Stéphane Hessel

Ed. Destino
No he podido resistirme a comprar ¡Indignaos! El tema es tan afín a mi forma de pensar que ha sido visto y no visto, aunque mis expectativas no eran muy halagüeñas. Y su precio es, en términos absolutos, barato (aunque luego hablaré un poco más del precio).
Es un pequeño documento en el que Hessel, ya con 93 años, lo que le permite haber pertenecido a la Resistencia francesa y ser uno de los redactores de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, reclama a la juventud que tome una posición frente a lo que todos vemos que ocurre a nuestro alrededor, dejando de ser indiferente y pasando a ser insurrectos pacíficos.  José Luis Sampedro prologa el libro. La Vieja Guardia. Vale.
Es algo de lo que muchos nos pondríamos a hablar y escribir y no acabaríamos, ya que estamos realmente indignados, pero yo no lo voy a hacer. Léanlo en el librito. Si es por los 5€, pueden ir a la librería, lo cogen, lo leen en 10 minutos y lo dejan en su sitio de nuevo. Es broma, es lo que le faltaba a los pobres libreros…
Tiene más razón que un santo Stéphane Hessel, pero es más de lo mismo, es bastante decepcionante. Además, y esto es opinión personal, no tengo claro que la juventud a la que se dirige este hombre, en general me refiero, tenga intención de hacer lo que le pide, y eso que ellos no tienen toda la culpa. Mejor creo yo que harían en indignarse los notanjóvenes (30s y 40s) pero que realmente son el músculo de la sociedad, los que tienen la fortuna de trabajar, y no todos, los que pueden influir de manera más rápida en cómo van las cosas para deshacerse de los que mandan, hacer las cosas de otra manera y volver a la senda adecuada. Ellos, nosotros, yo, tenemos hijos y nos debemos hacer una idea de lo lamentable de la situación que les vamos a dejar. Y ya no estaremos aquí para sacarles las castañas del fuego, si es que pudiéramos. Pero me temo que tampoco...
Por incluir algo, me gusta lo del final. Apela a “una verdadera insurrección pacífica contra los medios de comunicación de masas que no proponen otro horizonte para nuestra juventud que el del consumo de masas, el desprecio hacia los más débiles y hacia la cultura, la amnesia generalizada y la competición a ultranza de todos contra todos”. Bella frase.
Y ahora, los medios de comunicación de masas ya no son solo los medios de comunicación de masas de siempre, la tecnología hace que también lo sean los partidos políticos, las empresas, los gobiernos, los equipos de fútbol, las estrellas del rock, yo qué sé.
El otro día Hessel estuvo en un encuentro digital en la web de El Mundo. Me llama la atención que en muchas de las escasas preguntas que le hicieron, (es curioso, ¿el periódico impuso un límite o tan poco interés ha despertado en la masa lectora de dicho medio?) le dicen que sí, que están de acuerdo, pero que qué podemos hacer para demostrar nuestra indignación. Pues si un anciano de 93 años, por mucho CV que tenga, nos va a decir qué hacer para cargarnos al poder establecido, además de triste, sin duda denota la falta de capacidad de reacción en la que está acomodada la juventud, la sociedad o como lo queramos llamar. Triste, muy triste.
En cuanto a lo del precio. Atención. ¿Por qué un librito que publicado por una pequeña editorial cuesta en su país de origen, Francia, 3€, tiene en España, ¡Editorial Destino!, un precio de 5€?, ¿el prólogo?, ¿el coste de la traducción de poco más de 30 páginas?, ¡no me jodas! ¡Un robo! Nada, como siempre, aquí haciendo dinero. Yo no entiendo cómo el que propugna la indignación no está indignado.
¿Ves?, ya he hablado más de lo que pensaba.

martes, 22 de marzo de 2011

Nocilla Dream - A. Fernández Mallo

Ed. Candaya
Atraído por las turbulencias blogueras que provoca desde su aparición, he iniciado por fin la lectura del Proyecto Nocilla, obviamente por su 1ª parte, Nocilla Dream.
Para empezar, y quizá algunos no me entiendan, me da “buen rollo” que se trate de un autor nacido en los 60s, es decir, que para tratarse de una más o menos revolución no estemos ante un jovencito talentoso, contra los que no tengo nada, pero que sabes de antemano que está ya en otra onda. Agustín Fernández Mallo es de mi generación más o menos, por lo que algo compartiremos.
Me incomoda un poco hablar de este libro, primero porque llego tarde a él, 3 ó 4 años son muchos en este mundo de hoy, y porque mucha gente, más o menos sabia, ya lo ha hecho y desde todas las posiciones: técnica-sesuda, progre-modelna, clasicona, a favor, otras no tanto, de todo. Pero bueno, desde aquí, desde este atril que clama en el desierto, nadie me impide dar mi opinión.
También debo reconocer que mi retraso en esta lectura es debido fundamentalmente a que la inmensa mayoría de las referencias que me llegaban (en los cada vez más trasnochados suplementos literarios y en montones de blogs) se batían sobre cómo está elaborado, su estructura, la fragmentación, el rizoma, etc., quedando en segundo plano el análisis de la calidad literaria intrínseca del libro. Creo que es ya un movimiento reflejo, pero con esta avalancha de sobreinformación, cuando te encuentras con algo cuya forma brilla más que el contenido hay que prevenirse, suena a pluf comercial, pura moda, y como hay tanto bueno por leer, lo vas dejando, lo vas dejando; seguro que se pierde algo realmente bueno, pero son riesgos de la desmesura.  Como además ha levantado controversias tan intensas, me he formado la idea de que este proyecto, para determinado sector literario y cultural, se aupaba como la ansiada ruptura con lo anterior, como algo nuevo frente a lo clásico, y uno ya está harto de rupturismos porque sí.
Mi retraso en el análisis, sin embargo, me aporta una ventaja, la de ver el poso en el fondo del vaso, pasada ya la turbulencia, y me doy cuenta que el mundo sigue más o menos como estaba. Pero ha sido interesante.

lunes, 21 de marzo de 2011

Día internacional de la poesía

Hoy, 21 de Marzo, es este día. Puedo entender que entre tantos y tantos problemas que a unos y a otros, en todo el mundo, nos afligen, pocos estén con el ánimo y el espíritu de tener este detalle en cuenta. Pero os aseguro que si hoy le dedicáis un ratito a releer aquellos versos que en su día os conmocionaron o, si nunca los habéis tenido,a acercaros a un buen poeta para hacer alguno de sus poemas vuestro, notaréis un cierto alivio. Lo digo desde los sótanos del día de hoy.
También sé que no todo son problemas y angustias, que también hay alegría y buenos momentos. Para los que lo ven todo desde este lado, la poesía pondrá en palabras alguno de sus sentimientos y sensaciones, se sentirán identificados  y se reafirmará su estado de gracia.
No puedo dejar de poner alguno de mis poemas favoritos. Es Alocución a las veintitrés, de Angel González. Incluyo el primer párrafo, el resto es fácilmente encontrable en la red:

Ciudadanos perfectos a estas horas,
honorables cabezas de familia
que lleváis a los labios vuestra servilleta
en acción de gracias por la abundante cena:
vuestra responsabilidad de sólidos pilares
de la civilización y de Occidente,
del consumo de bicarbonato sódico
y del paternalismo hacia la servidumbre,
exige de vuestra parte
cierta ignoracia de hechos también ciertos,
un esfuerzo final en bien de todos,
la tozuda incomprensión de algunas realidades
la fe más meritoria, en resumen,
que consiste
en no creer en lo evidente...

Ed. Austral

Nadie, repito, nadie, debería dejar de tener en su casa este libro, Palabra sobre palabra, su poemario. Te puede ayudar en más de una, buena o mala. Indico la nueva versión baratita, 9,95€. No hay excusas

viernes, 18 de marzo de 2011

Quiero ser novelista

Hola amigos:

Me he cruzado con este video, con un título atractivo, no me lo negaréis: "Quiero ser novelista".


Tiene una música muy bien elegida, que admite unos cascos a todo volumen.
Es de Ramón Cerdá, un escritor que se autopromociona muy bien. No sé si venderá muchos libros, pero se lo curra bien.

miércoles, 16 de marzo de 2011

Mujeres - Mihail Sebastian

Ed. Impedimenta
De nuevo, gracias a una “pequeña editorial independiente”, y amparándome en buenas experiencias anteriores con ella, tengo la suerte de acceder a un muy buen escritor que, de otro modo, dejado todo en manos de los poderosos, no habría sido posible.
En este caso, Impedimenta nos presenta Mujeres, la primera novela del rumano Mihail Sebastian, que tuvo la fortuna y también la desgracia de vivir en la Centroeuropa de primera mitad del S. XX, tan prolífica en excelencias como en vorágines demoledoras.
Con el libro en mis manos, prestado después de un buen uso, además de volver a valorar el preciosismo característico de la editorial, he observado el tributo a pagar por ello: el material y colores de la cubierta requieren un cariñoso cuidado en su manipulación, ya que se degrada de manera más rápida que un libro “normal”. Esto no es un problema, al contrario, me complace que un libro reclame cuidados para conservar su salud, para eso estamos, esto lo digo sobre todo para los dejaloslibrostiradosencualquiersitio que todos conocemos y tanto nos indignan.
Sebastian nació en 1907 a orillas del Danubio en Rumanía. Estudió Derecho y luego viajó a París, donde tuvo contacto con el ambiente literario. Volvió a su país y, a pesar de muchas circunstancias adversas, se quedó allí hasta su muerte, sufriendo, como el pobre Shostakovich en Rusia. Y es que su condición de judío le trajo mucho problemas, con los nazis, quiénes iban a ser. Después, con la llegada de los rusos vio un poco la luz, seguro que mal vista, pero un desgraciado accidente el mismo día en que iba a la Universidad a impartir su recuperada clase acabó con su vida. No me dejan de asombrar personajes como éste, que han tenido una vida llena de sinsabores y sufrimientos pero que luego transmiten en su arte unos sentimientos e ideas que no tienen nada que ver con aquello.

martes, 15 de marzo de 2011

No es la inmoralidad de los grandes hombres lo que debería infundirnos temor...

Alexis de Tocqueville  1805-1859 
"No es la inmoralidad de los grandes hombres lo que debería infundirnos temor, sino más bien el hecho de que sea ésta la que, con tanta frecuencia, permite a los hombres alcanzar la grandeza."

Alexis de Tocqueville.

Ardiente secreto - Stefan Zweig

Ed. Acantilado
Ya he reafirmado muchas veces mi pasión por Stefan Zweig, sea ésta otra ocasión para ello; no hay libro suyo que no me sorprenda favorablemente, y Ardiente secreto es otro ejemplo más.
Puedo admitir que para un lector ocasional, “no profesional”, una novela como ésta puede, a primera vista, provocar una reacción de rechazo como previsión ante algo así como un folletín decimonónico: nos encontramos en la época de finales del XIX, en Austria, periodo imperial por excelencia, palacios, fiestas, con sus aristócratas banales y damiselas sin enjundia, que hay que admitir que no se encuentra en ningún pedestal de modernidad.
Pero, como siempre, Zweig está por encima de todo esto y nos presenta una novela no solo con una construcción impecable y de una belleza de primer nivel sino también con un argumento sustancial con descripciones psicológicas que ya quisieran poder exponer muchos.
En este caso nos encontramos en un centro vacacional austríaco, (el Semmering, que cuenta con un ferrocarril montañés cuyo tramo está declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco), con el típico barón joven, de buena facha, que parece que no tiene demasiadas aptitudes para la vida interior, contrariado por la falta de emociones y de alguna mujer con la que perder el tiempo y coquetear. Por supuesto, ésta aparece con su perfil clásico, sola, bella y recatada, con un marido demasiado ocupado en sus negocios, y acompañada por su hijo de 12 años.
Con estos elementos tan clásicos, Zweig elabora una trama que se aleja totalmente del folletín tradicional. Los protagonistas, cada uno desde su lado, van adquiriendo importancia y el lector puede empatizar con cada uno de ellos según sus gustos; ante unos hechos que podrían ser cotidianos, las actitudes de cada personaje no se detienen y muestran la genial capacidad del autor para la descripción emocional y psicológica de los mismos. A la tradicional fuerza de los papeles femeninos de Zweig, en esta pequeña novela se suman todos los demás:
-  El hijo, que padece la incomprensión e indefensión ante el mundo de los adultos pero muestra su capacidad de reacción ante ello. Nos encontramos con la dificultad del paso de la infancia a la adolescencia que todos hemos sufrido.
-  La madre, con su oculta pero evidente necesidad de salir de su cómodo y  gris mundo sin estímulos que, ante una chispa de emoción, casi pierde el control de lo que más quiere.
-  Una fantástica descripción de la figura del seductor, su indiferencia ante los sentimientos de la mujer que coloca en su punto de mira, todo en aras de conseguir una conquista más que le permita disfrutar de sus vacaciones.
En conclusión, otras 120 páginas maravillosas, de lectura adictiva, que mantiene al autor austríaco en lo más alto de mi personal podio literario.

lunes, 14 de marzo de 2011

Nórdica: 5 años

Este mes de marzo, Nórdica celebra su 5º aniversario. Desde aquí mi modesta felicitación a esta gente, serán pocos, seguro, que mantiene vivo este proyecto en una coyuntura tan convulsa como la actual. Gracias a ellos he sido afortunado en conocer autores y obras fantásticas: Babbit (Sinclair Lewis), El tercer policía (Flann O'Brien), Canaval y otros cuentos (Isak Dinesen), La casa del mirador ciego (Herbjørg Wassmo).

Coincidiendo con esta efemérides, Nórdica publica un libro muy especial, Wakefield, el maravilloso cuento de Nathaniel Hawthorne. Borges lo alabó como el mejor. El amigo Wakefield, que le dijo a su mujer que se iba de viaje de negocios un par de dias, y se fue 20 años, a vivir en la casa de enfrente, como si hubiera desaparecido, para ver su mundo desde fuera...
Por favor, no dejéis de disfrutar el booktrailer del libro:

 


La peor maldad que nos ha acarreado la técnica...

Palabras de Stefan Zweig es su libro El mundo de ayer:


"La peor maldad que nos ha acarreado la técnica es la de impedirnos huir, ni que sea por un momento, de la actualidad. Las generaciones anteriores, en momentos de calamidad, podían refugiarse en la soledad y el aislamiento; a nosotros, en cambio, nos ha sido reservada la obligación de saber y compartir en el mismo instante lo malo que ocurre en cualquier lugar del globo".

Está escrito en los años 1939-40, poco antes de su suicidio. Por una parte, es obvio que encierra un claro sentimiento pesimista que le llevó a huir del mundo, sin conseguirlo hasta su decisión final; y por otro, la técnica de la que habla nada tiene que ver con la técnica que manejamos hoy en día que, sin duda, acentúa lo que dice. No sé, no soy en absoluto anti-tecnología,  pero algo hay de verdad en ello.

sábado, 12 de marzo de 2011

Carta de Joseph Roth

El 5 de agosto de 1915, Roth escribe una carta a la redacción del Österreichs Illustrierte Zeitung, ofreciendo con vehemencia sus primeros poemas:


Estimado señor redactor jefe:
Soy uno de esos a los que llaman poetas, locos o mendigos, o todo a un tiempo. Los tres atributos me cuadran, muy especialmente el último.
No es la nostalgia de la tinta impresa la que me hace escribirle, sino la necesidad. Hoy en día, enseña a no rezar. Nos hemos olvidado de rezar, porque hemos visto que era en vano. La necesidad enseña hoy a pedir. Pero el ruego se transforma en oración, y el hombre al que es dirigido se convierte en Dios. ¡Para mí, eso es lo que usted es ahora, señor redactor! Ojalá escuche mi ruego.
Si no lo sabe, sin duda intuye lo que es ser pobre. Qué pasa cuando se tiene una gran ansia en el corazón y no se lleva ni una moneda en el bolsillo. Cuando en los días de verano, con el cielo azul como en los cuentos, se quiere salir de la ciudad y se encuentra uno en el tranvía con la incómoda institución de los cobradores y controladores. Cuando no se puede salir a pie porque el corazón de un zapatero es duro, más duro que una suela de zapato. Cuando hay que quitarse el pan de la boca para escribir un poema en una hoja de papel limpio. Cuando hay que entregar las cartas en persona in loco, porque el correo exige tasas de franqueo. Cuando se ama la vida, y esa hermosa y diabólica mujer le rechaza fríamente a uno, como a un amante incómodo.
Si sabe usted todo esto, señor redactor, no echará este envío a la papelera. Sería una lástima, no tanto por mis poemas como por el hermoso y blanco papel…
*David Bronsen, Joseph Roth Eine Biographie, Colonia 1974 

Obtenido del libro Primavera de café, de Joseph Roth, Acantilado.



miércoles, 9 de marzo de 2011

El cubículo


Todavía lo veo como si fuera ayer. Estaba sentado en el salón leyendo este libro sobre la guerra, la guerra civil española. Cualquiera que lo conociera un poco, yo el primero, sabría que aunque a simple vista lo pareciera, aquella escena no era normal. Sí, Paco lee mucho, pero no lee este tipo de libros, ni esos bestsellers que inundan las estanterías de los grandes almacenes, que si novela histórica, que si novela negra septentrional, que si la posguerra,… No, qué va, él va de listo y siempre está leyendo cosas raras. Seguro que estaría dispuesto a reconocerlo, no es lo habitual, es cierto, pero cuando uno se ve en una situación como ésta, en la que no entiende nada, en la que aquello que siempre has amado y defendido se ve sumido en un descrédito apabullante que te sonroja, ¡si éste ha llegado a presidente cualquiera puede ser Director General!, cuando unos que se suponen que defienden el progreso se aferran a sucesos ocurridos en un pasado oscuro y los que se supone que se basan en la tradición argumentan que son imprescindibles para asegurar el futuro, entonces, por éstas y por muchas más circunstancias, es preciso conocer más lo que ha pasado para entender lo que está pasando y qué es lo que puede pasar. Necesitaba documentarse.

martes, 8 de marzo de 2011

Era tan inteligente que carecía de vanidad.* (Sobre un momento imprescindible en la vida)

–Definir al hombre que hoy tenemos con nosotros es muy difícil, hay tantas cosas que decir y están todas tan repetidas por los medios que es imposible ser original. Pese a ello, déjenme contarles su historia  para tratar de aflorar algún dato nuevo. Nuestro invitado, William Midblind, se forjó desde jovencito, apuntaba como buen deportista y estudiante, pero comenzó a impresionar a todos, al mundo entero diría yo, por su talento en el juego del ajedrez. ¿Cómo empezó aquello, Mr. Midblind?
–Tenía 14 años. Mi problema con el ojo me impidió seguir practicando el tenis y me centré en otras cosas, el ajedrez entre ellas.
–Así es, aquel accidente jugando al tenis que le hizo perder la visión de su ojo derecho le quitó algo muy importante pero, de alguna manera, le abrió las puertas del potencial de su cerebro. Con 18 años arrasaba allí donde jugaba y con 22 se enfrentó a Boris Petrovniak por el título mundial. Todos recordamos aquella partida memorable, ocupó los prime-time de todas las TV del mundo y colapsó los accesos a Internet en la retransmisión on-line. Boris, el “Dios Ruso” claudicó desesperado ante el ataque genial de MIdblind que, sin parecer demasiado afectado, recibió las felicitaciones y alabanzas de un Boris desencajado, y luego del resto del mundo–. Todo el público presente en aquel plató de TV seguía ensimismado el discurso del presentador. –Todavía hoy se analiza en los mejores foros la metodología de esa jugada maestra.
William sonrió abrumado por el comentario. Era evidente que  añoraba aquel evento.

El espacio


¿El lugar en el que estoy?,
pues me es difícil de explicar.
Y no porque no sepa dónde estoy.
Mi problema es que nunca estoy donde quiero estar.
Y créeme que es un problema, porque todo el mundo,
o mucha gente, si quieres,
piensa que no sabe lo que es,
mejor dicho,
que no le gusta lo que es:
que hace años se confundió, que cuando podía decidir se equivocó,
que en vez de estudiar esto debió estudiar aquello, que debió elegir a Fulanita y no a Menganita…
Todo eso es importante, no lo voy a negar;
pero no sirve de nada lo que eres si no sabes dónde estás, el lugar en donde estás.
Porque no es lo mismo estar dentro que fuera,
arriba o abajo,
a la izquierda o a la derecha.
Y yo no lo sé,
porque estoy arriba y me dicen que estoy abajo,
estoy dentro y me dicen que estoy fuera,
estoy vivo 
y resulta que estoy muerto.